En el modelo de economía de mercado, que es el adoptado por el Estado social que configura la Constitución Española, las asociaciones de consumidores desempeñan una función esencial. De un lado, son el contrapeso que permite equilibrar la posición de los consumidores respecto de los poderosos grupos empresariales que operan en el mercado, posibilitando que funcione la libre competencia. De otro, son instrumentos de interlocución social, a través de ellas se canaliza el derecho de participación de los ciudadanos en la economía.
Esta obra pretende acometer un estudio integral de las asociaciones de consumidores, comprensivo de las diferentes perspectivas que en ellas confluyen. Partiendo de su papel constitucional, se analiza el estatuto jurídico que, para la defensa de los derechos de los consumidores, les otorga el Estado autonómico, determinando las deficiencias que presenta la actual regulación, así como las reformas legislativas que han de acometerse para ajustar su régimen jurídico al bloque de la constítucionalidad