Las Librerías Recomiendan: Breve tratado sobre la estupidez humana de Ricardo Moreno Castillo
Mié 21 Abr 2021
por Ester Vallejo
Nuestra compañera Ester ha escrito otra entrada en la web del Gremio: Las Librerías Recomiendan.
En ocasiones me he preguntado si realmente los hombres que actúan conducidos por la estupidez son realmente imbéciles naturales o si su comportamiento es solo fruto de las circunstancias, si la escasez de lucidez y prudencia –¡bendita prudencia!– es meramente puntual o por el contrario es consustancial a ellos mismos.
Normalmente tiendo a suavizar, a intentar justificar determinados comportamientos como algo anecdótico, no pasa nada, me digo, todos tenemos un mal día, todos –alguna vez– nos comportamos de forma poco inteligente, somos humanos y, por lo tanto, imperfectos.
Pero, vaya, lean este estupendo ensayo, breve pero certero, del matemático y filósofo Ricardo Moreno Castillo, publicado en la siempre interesante editorial Fórcola, y entenderán que quizás yo andaba algo errada. Me temo que el veredicto es claro: hay casos de ignorancia y estupidez insalvables, algunos, es verdad (¡en qué estaría yo pensando!) son muy evidentes. Hay individuos siempre dispuestos a abrir la boca para dar su “valiosísima” opinión a través de todos los medios a su alcance –y en pleno siglo XXI los medios abundan–, para bien del resto de sufridos congéneres y, ya puestos, de la humanidad entera. Sí, me temo que la estupidez humana campa a sus anchas por todo el mundo. No hay continente, país o palmo de tierra que se libre de ella. En fin, llegados a este punto permítanme que no me incluya entre los tontos… y ahora debería decir con falsa modestia y como disculpándome: “aunque resulte pedante”, pero eso, según Moreno Castillo, sería otra muestra de estupidez.
En este lúcido ensayo, que lleva ya algún tiempo entre nosotros y que está disfrutando en las últimas semanas de gran aceptación entre los asiduos a las librerías, el autor disecciona –y se despacha a gusto– al prototipo de imbécil, tonto, tarado mental, corto de miras, aquel con quien la madre naturaleza no se mostró muy generosa a la hora de repartir inteligencia. Y lo hace de una manera incisiva, llamando a las cosas por su nombre y en ocasiones con cierta socarronería, de tal manera que uno puede estar leyendo verdades como puños que dicen muy poco en favor del género humano sin poder evitar a su vez cierta sonrisa cómplice. Y esto es así porque también encontramos aquí una forma de ironía sutil que quiere pasar desapercibida, que quiere ser seria, y que resulta contundente, demoledora. Y si no me creen, lean algunos párrafos como aquellos en donde el autor enumera los distintos ejemplares de tonto, o aquellos en los que menciona frases asimiladas ya por las mentes de todos pero erróneamente atribuidas a los ilustres pensadores que en el mundo han sido, y, en algunos casos además, frases cuyo significado aceptado por el imaginario popular está completamente equivocado.
Pero, ironías aparte, a pesar de su brevedad Moreno Castillo se toma muy en serio lo que expone y nos alerta sobre los enemigos de la inteligencia, que son muchos, entre otros, la amnesia frente a la memoria; la envidia, que, ociosa siempre, es incapaz del más mínimo esfuerzo constructivo… y frente a todo ello, lo que nos salva, lo que nos hace libres, críticos: el estudio, el conocimiento, el deseo de aprender, la curiosidad, el esfuerzo personal. Todo aquello que permite que abramos nuestra mente, nuestra capacidad de contrastar, nuestro entendimiento y, añadiría yo, nuestra capacidad de escucha, tan lamentable y sistemáticamente ignorada en los tiempos del insulto fácil y la jarana televisiva.
Si alguien a estas alturas ha sentido curiosidad por leer este libro, que lo haga, y enhorabuena, eso significará que va por el buen camino.