Sobre cómo la jurisdicción convierte el arbitraje laboral en un mecanismo eficaz en el marco del Derecho jurisdiccional diversificado.

Partiendo de la firme creencia de que, en el marco de lo que denominamos Derecho jurisdiccional diversificado, los tradicionalmente denominados mecanismos alternativos de resolución de conflictos (alternative dispute resolution) son el instrumento adecuado para la mejora de la jurisdicción, si bien aquéllos necesitan, igualmente, del Poder Judicial para su plena eficacia, este trabajo se centra en la relación del arbitraje laboral con el Poder Judicial. Mantenemos que el arbitraje laboral ?que no es más que una especie del arbitraje general?, solo se entiende, configura y desarrolla en relación a la jurisdicción. Es esencial el Poder Judicial en su origen (a priori, se suscribe el convenio arbitral para escapar de aquél), y en su implementación, en la que, a pesar del efecto negativo del convenio arbitral, y reflejo del principio de intervención mínima de la jurisdicción en el arbitraje, desempeña una labor fundamental de auxilio y control de la técnica extrajurisdiccional. La situación normativa del arbitraje laboral (su exclusión expresa de la Ley 60/2003, de de 23 de diciembre, de arbitraje; su diversificación en distintas modalidades, cada una con su propia ordenacion; la inexistencia de una norma general que aborde cuestiones de orden público,...) y otros elementos característicos de aquél (la autonomía colectiva como fuente; la existencia de modalidades obligatorias,...) convierten a la jurisdicción en elemento aún más importante para su funcionamiento y eficacia. Es, por ello, que el autor califica a la jurisdicción como "las muletas del arbitraje laboral" al tiempo que lo acredita demostrando la importancia de la tutela declarativa, ejecutiva y cautelar judicial para el éxito de aquél.