Pocas semanas antes de que estallara la Gran Guerra, en el verano de 1914, llegaba a las librerías la ópera prima de un joven filósofo. En Meditaciones del Quijote, Ortega proponía una mirada, a un tiempo esperanzada y crítica, sobre la modernidad europea, cuya crisis más profunda estaba a punto de estallar. Este es justamente el objeto de examen del presente volumen, la evolución del diálogo que Ortega mantuvo con dicha modernidad, que evolucionó desde juzgarla como ideal salvador de los males de España hasta ver en su cultura racionalista la fuente de los males que iban a profundizarse en el periodo de Entreguerras, al quebrarse las grandes certidumbres e ideales de los siglos ilustrados que habían articulado la vida colectiva de las naciones europeas. La obra de Ortega, en el periodo de su primera navegación , 1908-1930, intervalo del que se ocupa el presente estudio, puede leerse como un diálogo con esa modernidad cuyo naufragio convirtió en el tema de reflexión central de su filosofía hasta culminar en su libro más famoso, La rebelión de las masas. El lema, acuñado en El Espectador, Nada moderno y muy siglo XX , fue su declaración de intenciones ya en 1916 para repensar la crisis.