La diversidad religiosa y cultural plantea en la actualidad a las sociedades abiertas y democráticas un espacio de dificultad e incertidumbre, pero al mismo tiempo de oportunidad, al que es necesario aportar estructuras, instrumentos y mecanismos que permitan una adecuada
gestión con la finalidad de que dicha diversidad se convierta en un factor de cohesión y no de conflicto social. En este contexto, el estudio de la seguridad pública, adquiere especial relevancia para una real y efectiva protección de los derechos fundamentales en general, y
para la libertad de conciencia y religiosa en particular.

En
esta monografía se abordan algunas de esas cuestiones donde libertad religiosa y seguridad confluyen dando lugar a situaciones cuya adecuada gestión resulta determinante
para una adecuada resolución del conflicto. A este respecto, cuestiones tales como los lugares de culto o la asistencia religiosa resultan un banco de pruebas inestimable. Amén de otras conectadas directamente con el ámbito delictivo como pueden ser el de las sectas, el del odio
o el del terrorismo; todos ellos sobre la base de un trasfondo indirecto conectado con la religión o las creencias.