El marco jurídico que regula las creaciones industriales en España ha experimentado una notable transformación desde las primeras regulaciones hasta la actualidad; en efecto, desde el antiguo Estatuto sobre Propiedad Industrial, que omitía en su articulado toda referencia al nomen iuris de diseño industrial, hasta la reciente ley 24/2015 de Patentes, las modalidades de propiedad industrial han evolucionado adaptándose a las demandas del tiempo y al progreso tecnológico.
El diseño industrial, regulado por la Ley 20/2003, de Protección Jurídica del Diseño Industrial en España, establece el marco legal para salvaguardar los derechos de los diseñadores industriales y promover la innovación en el campo del diseño. La propia Ley aporta una interpretación auténtica del concepto de diseño industrial; en esta obra se analiza dicho concepto como premisa de la investigación que se lleva a cabo; el diseño industrial viene a satisfacer tres funciones clave y nucleares: la función estética, la función práctica y la función simbólica.
En el contexto económico actual, se observa cómo las empresas dedican más tiempo y recursos a mejorar el diseño de sus productos, con numerosas finalidades como incidir en la voluntad y las preferencias de los consumidores o adaptarse a los diferentes sectores del mercado.