"El plan de este volumen obedece al mismo criterio, en la coordinación de las indagaciones jurídicas y las sicológicas, con el fin de ofrecerles a los jueces cuanto necesitan para sus sentencias. Estudiar a un tiempo las normas penales y al hombre que viola los preceptos de ellas, me parece la verdadera tarea del positivista. Limitarse al examen de las teorías jurídicas acerca de la culpa, me hubiera semejado una labor unilateral, pues la escuela positiva requiere que el Derecho esté empapado de sicología, de modo que a la vez se estudien el hombre a quien él dirige sus mandatos, y las razones por las cuales no se les obedece. Aunque este complejo método científico no halle la aprobación de los idólatras de la pura dogmática jurídica, temerosos de toda contaminación que de las fórmulas abstractas nos lleve a la realidad humana, no me doleré de ello, si es que este libro va a ser consultado diariamente en los estrados judiciales, como una provechosa ayuda en las difíciles profesiones del juez y el abogado. Enrico Altavilla"