A comienzos de 2025, la sociedad internacional enfrenta un panorama geopolítico marcado por la tensión y la incertidumbre, con conflictos que evidencian una realidad compleja y multifacética. Este libro ofrece un análisis preciso y profundo sobre el papel fundamental que juega la actual arquitectura institucional en la gestión de crisis internacionales. Con claridad y rigor académico, los autores examinan tanto los casos exitosos como aquellos marcados por dificultades, revelando las causas estructurales que determinan el éxito o el fracaso de las diferentes iniciativas presentadas.
La obra destaca la importancia crucial de la voluntad política, la coordinación entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, así como la elaboración de mandatos claros y realistas para enfrentar aquellas situaciones que puedan suponer una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. A lo largo de la investigación se ponen de manifiesto las complicaciones derivadas de los intereses políticos que emergen a la hora de encarar las situaciones descritas. Imprescindible para estudiosos, diplomáticos y lectores interesados en la actualidad internacional, este volumen se erige como un manual clave para entender y navegar las dinámicas y retos del nuevo orden mundial.