Las nuevas necesidades de recursos propios de las entidades financieras y la actual coyuntura caracterizada por la reestructuración de las cajas de ahorros vuelven a poner en el punto de mira a un instrumento financiero hasta el momento no demasiado utilizado, las cuotas partici-
pativas.
Desde un punto de vista económico, las cuotas participativas permiten someter la gestión y el negocio de la caja emisora al escrutinio del mercado aportando a la vez una mayor visibilidad nacional e internacional, y sirven para dar cobertura al crecimiento del negocio, dotando de flexibilidad a la captación de recursos. Desde un punto de vista jurídico, las cuotas participativas son valores negociables nominativos emitidos por cajas de ahorros, que representan aportaciones dinerarias de duración indefinida, que pueden ser aplicadas a los mismos destinos que el resto del patrimonio de la entidad que las emite. Tras las últimas reformas, las cuotas participativas, además de derechos económicos, pueden incluso conferir a sus titulares determinados derechos políticos.