Durante las últimas décadas, en las sociedades del mundo occidental se han producido importantes cambios en el ámbito de la salud.
Uno de ellos es el progresivo envejecimiento de un sector de la población cada vez más amplio, con la consecuencia de un incremento de las enfermedades crónicas e irreversibles.
Por otro lado, la medicina ha experimentado espectaculares avances, que han permitido mantener las funciones vitales de los enfermos terminales hasta límites impensables en épocas anteriores.
Sin embargo, a pesar de los progresos de la ciencia médica, en la actualidad una gran parte de los enfermos no fallece en sus casas, rodeados del afecto de sus familiares, sino en hospitales altamente tecnificados soportando a veces intensos sufrimientos y sin el apoyo de sus seres queridos.
Para evitar esta situación, se ha producido una reacción desde diversos ámbitos dirigida a la consecución de un ideal de muerte digna, fundamentada en que la dignidad es un derecho inherente a todo ser humano.
Uno de los elementos básicos para la consecución de dicho ideal son los cuidados paliativos, dirigidos a p