Esta obra recoge un estudio detallado de la prueba en el marco del proceso civil y penal español, un tema principal en la doctrina procesalista y en la práctica jurídica en general. Se aborda desde un planteamiento general con el objetivo de proporcionar una panorámica completa de las distintas cuestiones que conforman el derecho probatorio. Ello sin obviar la perspectiva de practicidad que se ofrece al analizar vicisitudes y problemas que surgen o pueden surgir en la praxis, tanto desde la óptica del ejercicio de la abogacía, como desde el prisma de la redacción y motivación de resoluciones judiciales.

En suma, se ahonda fundamentalmente en el concepto de prueba, sus diferencias con otras figuras, las particularidades de la prueba preconstituida y la prueba anticipada, los principios ineludibles en la práctica de la prueba (teniendo en cuenta que la inmediación y la publicidad fueron puestas en tela de juicio a raíz de las medidas implementadas para hacer frente a la crisis sanitaria derivada del COVID-19), las reglas de la carga de la prueba, el examen detallado de los medios probatorios o la evolución doctrinal y jurisprudencial en lo que respecta a la interpretación de qué ha de entenderse por prueba ilícita y prueba prohibida (comentando en relación con este último extremo casos recientes y controvertidos).